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Artritis y Artrosis

Por Dr. Gabriela Miranda

Médico 

Cuando hablamos de artritis y artrosis estamos refiriéndonos a dos entidades totalmente distintas, cuyos síntomas se manifiestan a nivel articular, por lo tanto, considero importante diferenciar brevemente, cada una de estas patologías.

Artrosis

También es denominada como osteoartrosis, osteoartritis (OA), y la sociedad española de reumatología la denomina incluso como enfermedad articular degenerativa. En general podemos considerar la artrosis como una enfermedad articular degenerativa que normalmente se relaciona con el desgaste y/o envejecimiento de las articulaciones y por ende el trauma que reciben las estructuras que se encuentran alrededor de las mismas. Esto se debe al deterioro o desgaste del cartílago articular por lo cual aparece dolor y deformación afectando así todas las estructuras de la articulación y puede ocurrir en casi cualquier estructura. Sus síntomas con muchas veces son distintos en cada individuo, pero en generalmente incluyen:

  1. Dolor articular relacionado con los movimientos
  2. Limitación de movimientos
  3. Crujidos
  4. Rigidez matutina
  5. Derrame articular
  6. Posibles deformidades en las articulaciones
  7. Otras

Entre los factores de riesgo podemos mencionar:

  1. La obesidad 
  2. Edad avanzada
  3. Alcoholismo
  4. Actividad física elevada (deportista)
  5. Enfermedades sistémicas (ejemplo: diabetes, hipotiroidismo)

Artritis

La Artritis (artritis reumatoide), es una enfermedad autoinmune, crónica, sistémica, lentamente progresiva la cual evoluciona hacia el daño articular e incapacidad de movilización. Es poliarticular, e decir involucra muchas articulaciones a la vez, suele afectar con mayor frecuencia las articulaciones distales, tiene mayor frecuencia en sexo femenino entre la cuarta y sexta década de la vida.  En esta se diferencia también la artritis reumatoide juvenil, la cual afecta a niños menores de 16 años afectando incluso el desarrollo del esqueleto. 

Su causa aún se desconoce, la mayoría de casos se relaciona con predisposición genética, además de esta puede haber influencia de factores ambientales como agentes infecciosos como virus de Epstein-Barr, retrovirus, parvovirus, virus de la hepatitis C. Sus síntomas in clínica incluyen:

  1. Debilidad generalizada
  2. Síntomas musculo-esqueléticos inespecíficos
  3. Inflamación articular principalmente dedos de las manos, muñeca, en raras ocasiones se ha presentado inflamación a nivel de columna cervical. 
  4. Rigidez de cuerpo sobre todo en periodos de inactividad. 
  5. Neuropatías 
  6. Mielopatía cervical
  7. Aparición de nódulos reumatoides, en casi cualquier órgano. 
  8. Complicaciones cardiacas
  9. Manifestaciones oculares, como queratoconjuntivitis derivado de un síndrome de Sjögren, secundario a la artritis.

Diferencia entre ambas

Artrosis
(Osteoartritis, OA).

Artritis
(Artritis Reumatoide, AR).

Tratamiento

El objetivo de tratamiento para ambas patologías es controlar la sintomatología, mantener la función articular, reducir al máximo el deterioro articular, los cuales incluyen analgésicos antinflamatorios, esteroides, inmunoreguladores, terapia física, y en caso de artrosis, tratamiento quirúrgico, condro-protectores.

Terapias innovadoras

La medicina biomolecular (Flandol) abre un campo prometedor en el tratamiento de la inflamación, dolor y resto de sintomatología que aquejan tanto la artritis y como la artrosis, dos patología que a pesar de ser de distinto origen, suelen tener un factor en común “el dolor”, debe proporcionarse al paciente, terapia integral que incluyan, cambios de estilo de vida, nutrición adecuada, suplementación con nutrientes y biomoléculas (Flandol) necesarias para que el organismo trabaje adecuadamente.

Así como conjugados que incluyan condro-protectores (Artrosil 5), y encaminar al paciente con enfermedades osteodegenerativas a mejorar su calidad de vida, en este caso Flandol al ser un conjugado de biomoléculas específicas que han mostrado previamente efectos antiinflamatorios significativos en varias enfermedades incluyendo la artritis y artrosis. Los conjugados condro-protectores (Artrosil 5) CONDROINTIN sulfato en pacientes artrósicos es debida a una actividad antiinflamatoria a nivel de los componentes celulares de la inflamación, a la estimulación de la síntesis de proteoglicanos y ácido hialurónico endógenos y a la disminución de la actividad catabólica de los condrocitos inhibiendo algunas enzimas proteolíticas (colagenasa, elastasa, proteoglicanasa, fosfolipasa A2, Nacetilglucosaminidasa, etc.) y la formación de otras sustancias que dañan el cartílago. Aunados a otros suplementos como de GLUCOSAMINA son una segura y eficaz alternativa a los antiinflamatorios y analgésicos tradicionales debido a su inexistencia de efectos secundarios, la cual es cada día más utilizada y más clínicamente documentada.